Fertilización del viñedo
Objetivos de la fertilización:
La fertilización del viñedo responde a la necesidad de compensar los elementos minerales consumidos por la vid durante la temporada para la producción de tejido vegetativo y uva (Imagen 1). En comparación con otros cultivos, las necesidades del viñedo son bajas, pero un buen equilibrio de la nutrición evitando carencias o excesos es clave para evitar problemas fisiológicos. Estos problemas fisiológicos afectan el vigor de las cepas, la vendimia en cantidad y calidad, la sensibilidad a patógenos, y la perennidad de la planta. Además, la fertilización debe mantener o reestablecer el potencial agronómico de los suelos, compensando las pérdidas de materia orgánica y asegurando la fertilidad de los terrenos vitivinícolas. El abonado del campo se centra principalmente en el aporte de macronutrientes, es decir, de los elementos N, P y K.

Tipos de fertilización:
Existen 4 maneras principales de abonar los viñedos, la fertilización de fondo antes de plantación o de renovación, la fertilización al suelo, la fertiirrigación y la fertilización foliar. Las fertilizaciones de fondo se realizan durante el otoño mientras que las fertilizaciones de mantenimiento se llevan a cabo durante la primavera. Antes de abonar, debemos conocer el nivel de nutrientes existentes en nuestro suelo, la extracción anual del viñedo y las características físico químicas del suelo. Los análisis de suelo y foliares (o peciolares) son herramientas clave de ayuda a la decisión al momento de establecer un plan de fertilización.
Fertilización de fondo:
La fertilización de fondo consiste en preparar el terreno para dejarlo lo suficientemente fértil antes de plantar el viñedo. Luego se renueva cada cierta cantidad de años para compensar posibles déficits en el terreno en función del consumo del viñedo. En estas ocasiones se suele aportar también materia orgánica para ayudar a mantener la fertilidad del suelo.
Fertilización al suelo:
La fertilización al suelo consiste en aportar las enmiendas directamente sobre el suelo, próximo a la base de las cepas. La idea es que este fertilizante se integre al suelo gracias a las precipitaciones (o riego) y al trabajo mecánico de superficie. Este tipo de fertilización de mantenimiento permite renovar año a año la fertilidad del terreno.
Fertiirrigación:
La fertiirrigación consiste en disolver los elementos nutritivos en el agua de regadío y aportar una solución fertilizante al viñedo. Se trabaja con diferentes formas químicas de los elementos en función del pH del agua, de las necesidades del suelo y de la planta, y evitando la precipitación de sales minerales en los sistemas de regadío. Por lo general, este sistema es altamente eficiente, permitiendo renovar la fertilidad del suelo, focalizar los aportes cerca de las raíces (rizosfera) y, en cierta medida, corregir carencias en las plantas.
Fertilización foliar:
La fertilización foliar consiste en aportar los nutrientes directamente a las hojas de la planta. Esto permite corregir rápidamente carencias, siendo la solución más eficiente cuando se necesita compensar algún elemento. Es una fertilización de corto plazo que puede hacerse únicamente durante la temporada. Se suelen combinar aplicaciones foliares con aplicaciones al suelo para tener un efecto a corto y a mediano plazo. En caso de observar carencias, lo mejor es intervenir con fertilización foliar lo antes posible. Finalmente, la fertilización foliar nos permite intervenir directamente en la cosecha del año en curso.
Nutrientes:
Los nutrientes se clasifican comúnmente en macronutrientes (N, P, K) y micronutrientes (Ca, Mg, Fe, B, Mo, Zn, Mn). En este artículo nos limitaremos a tratar únicamente los macronutrientes.
Nitrógeno:
El nitrógeno es un elemento esencial para el desarrollo de la vid, ya que participa en la formación de los ácidos nucleicos, proteínas y enzimas, y de una serie de otros compuestos como fitohormonas, necesarios para las plantas. Aumenta la capacidad de producción y el tamaño de las bayas. Además, favorece una buena fermentación al asegurar proteína y NFA suficiente para las levaduras. El exceso conduce a un desequilibrio del vigor, mayor riesgo de enfermedades (Botrytis, mildiu, oídio), corrimiento, ataques de arañitas y áfidos, retraso en el envero y maduración, y puede aumentar el contenido en los vinos de aminas tóxicas como las histaminas.
Pulverizaciones durante la temporada antes de vendimia demuestran una correcta asimilación de nitrógeno amoniacal y amínico por parte de la planta, aumentando el NFA y reduciendo carencias nitrogenadas durante la fermentación. Una fertilización nitrogenada equilibrada y adaptada al viñedo es entonces imprescindible.
Fósforo:
Componente esencial a nivel celular, se encuentra en las membranas celulares, lípidos, ácidos nucleicos, algunas proteínas y es necesario para el metabolismo de los azúcares. Las carencias de fósforo reducen el crecimiento de los pámpanos y la vendimia, retrasando el envero y apareciendo en las hojas adultas zonas color verde oscuro.
Potasio:
Único macronutriente que no forma parte estructural de las macromoléculas celulares, sin embargo, necesario para mantener el potencial osmótico de las células vegetales y el equilibrio iónico, interviniendo en una serie de procesos químicos y electroquímicos.
Las carencias de potasio reducen el crecimiento de los pámpanos, provocan clorosis y necrosis en los ángulos de las hojas, así como acortamientos de los entrenudos.
Solución para campo por parte de LEV2050:
LEV2050 ha desarrollado con éxito VITIS N Plus, un fertilizante a base de lisados de levaduras ricos en aminoácidos (Imagen 2), cofactores, macronutrientes y micronutrientes para su uso en aplicación foliar. Este fertilizante de base orgánica tiene la capacidad de mejorar los índices de maduración adelantando la madurez polifenólica (IPT, antocianos y taninos) y mejorando la actividad fisiológica de la planta en condiciones de estrés.

Por Dimitri Nicolaides, ingeniero agrónomo, máster en enología.
Fuentes:
Geffroy O., Dufourcq T. (2010). Evaluation de 3 préparations biologiques appliquées par voie foliaire sur vigne pour corriger le statut azoté des moûts. IFV Pôle Sud-Ouest. https://www.vignevin-occitanie.com/wp-content/uploads/2018/10/4-preparation-foliaire-biologique-foliaire.pdf
Institut Rhodanien (2003). Guide de la fertilisation raisonnée : Vignobles de la Vallée du Rhône. https://www.institut-rhodanien.com/vin/fr/document/35
Jackson, R. S. (2008). Wine science: Principles and applications (3rd ed). Elsevier Academic Press.
Reynier, A. (2016). Manuel de viticulture : guide technique du viticulteur. 12TH Edition. Lavoisier, Paris. ISBN : 978-2-7430-2129-0